SATE Aislamiento térmico

Ahorrar asilando térmicamente la vivienda.

 

Actualmente en España el 47% del gasto de energía en una vivienda se debe a la calefacción y el 18,9% al aire acondicionado. Este gasto es superior que en otros países de Europa donde en invierno hace más frío. La causa es que las viviendas en España no están bien aisladas térmicamente.

 

Según las certificaciones energéticas realizadas los últimos años, la mayoría de viviendas no obtienen más de una G, lo que significa que cuando quieren calentar la vivienda en invierno o enfriar la vivienda en verano, gran parte de esta energía se pierde.

 

Esto repercute en más consumo de energía, más contaminación, más gasto económico y menos confort.

 

Si la calefacción se va por las paredes, significa que las paredes están más frías que el resto de la casa y todavía genera sensación de más frío que la intentamos compensar consumiendo más calefacción.

 

 

 

 

Para evitar que esto pase, lo ideal sería que las viviendas en verano fuesen como una nevera en la que el frío no saliese y en invierno tuviese una manta a su alrededor para que el calor se quedase retenido. La única forma que conseguir este efecto es aislando la vivienda: paredes, cubiertas, ventanas y suelo.

 

Si realizamos una fotografía con una cámara térmica a una vivienda antes y después de aislarla, la comparación es muy clara. Antes de aislarla las paredes exteriores desprenden mucho calor (color rojizo) cuyo origen es la calefacción de la vivienda. En cambio, después de aislarla, el color es más azulado verdoso, lo que indica que apenas está desprendiendo ese calor, por lo que la energía no se pierde.

 

                       

 

Gracias al aislamiento de la vivienda, la certificación energética, de media, mejora a una C. Lo que significa un ahorro en el consumo de energía, menos producción de CO2 y más ahorro económico.

 

          

 

En 5 años aproximadamente se amortiza el coste de aislar la vivienda. Además del ahorro económico que supone, el confort y la calidad de vida dentro de la vivienda es mucho mejor.

 

                      

 

Otras formas que ahorrar en calefacción son:

   1- Aislar la vivienda.

   2-  Substituir las ventanas por unas con rotura de puente térmico, doble vidrio con cámara de aire.

   3- Cerrar las persianas y cortinas durante la noche.

   4- Ventilar la casa en las horas cálidas y solo 10/15 minutos.

   5- Apagar la calefacción por la noche.

   6- Mantener la calefacción a una temperatura constante y moderada (19-21º).

 

 
                               

 

Sistemas para aislar las viviendas

Hay dos sistemas para aislar la vivienda: por el interior y por el exterior.

Por el interior hay dos opciones. La primera consiste en rellenar las cámaras de aire del interior de la fachada con espumas o algún material amorfo aislante. Se realizan perforaciones cada cierta distancia y se rellena. Este sistema genera la incomodidad de romper el revestimiento y después tener que repararlo por parches, lo que implica tener que pintar la totalidad de la vivienda una vez se termina y que no puedes asegurar que se haya rellenado la totalidad de la cámara, pudiendo dejar espacios sin aislar.

La segunda opción por el interior consiste en colocar una pared (puede ser cerámica o de yeso laminado) por el interior con aislamiento entre la fachada y la nueva pared. Esta solución es la menos utilizada, ya que se pierde espacio en el interior de la vivienda, hay que revestir de nuevo el interior, realizar el paso de instalaciones, y eso supone un coste excesivo.

Las dos opciones de aislar por el interior tienen un inconveniente, no se eliminan los puentes térmicos ya que el aislamiento no es continuo.

En cambio, el asilamiento térmico por el exterior sí que es continuo ya que no se ve cortado por forjados, pilares… por lo que es más efectivo.

 

Sistema de Aislamiento Térmico Exterior (SATE)

 

El SATE consiste en:

  • Anclar a la fachada el aislamiento térmico.
  • Aplicar una capa de mortero con malla antifisuras para garantizar la durabilidad del revestimiento.
  • Una segunda capa de mortero.
  • Una última capa de mortero del color y la textura que se desee. Al incluir el color en el mortero no es necesario pintarlo, por lo que mejora su durabilidad.

 

Este sistema consigue en muy poco peso y poco grosor (el del aislamiento) aislar el exterior de toda la vivienda, incluidas las cajas de persiana, brancales y alfeizar de las ventanas. Los grosores más frecuentes van de los 4 a los 8 cm. El resultado es un revestimiento continuo, resistente y de bajo mantenimiento.

Por esta razón, en Intercons nos hemos especializado en el aislamiento de weber.therm que, con muy poco espesor, aislamos por el exterior con un acabado mineral en el que se puede escoger el color entre una gran variedad.

 

Ejemplos de obras reales

 

       

En esta fotografía se puede ver como la fachada queda aislada sin dejar ningún espacio entremedio.

Las placas están machihembradas para que en las uniones tampoco se piedra energía. 

Incluso las cajas de persianas de las ventanas que suelen ser puntos críticos en tema de aislamiento quedan cubiertas. 

 

Hay varios tipos de aislamientos. Según el acabado final que se desee en la fachada optaremos por uno u otro. Los acabados más comunes son: revestimiento de mortero, aplacado de piedra, aplacado de baldosa y ventilada con paneles de diferentes texturas. 

 

Revestimiento de mortero

 

       

El revestimiento de mortero es el más económico, más ligero y de menor espesor.

Por ese motivo es el más utilizado. 

En este caso el color que se escogió fue blanco.

 

 

Aplacado de piedra

 

       

El aplacado con piedra es un acabado cuyo peso, grosor y precio depende del tipo de piedra que se escoje. 

 

Ventilada con paneles

 

        

El sistema de paneles con cámara de aire ventilada es el mejor para aislar. Al ser un aislamiento continuo (como todos los sistemas SATE) aisla del frío. Y del calor por la refrigeración que se genera entre la sombra que da el panel a la fachada y la ventilación de la cámara de aire.