Impermeabilización y rehabilitación de fachadas
La fachada tiene dos funciones principales: estético, ya que es lo primero que se ve, y protección tanto en las paredes como en la estructura del edificio.
Según el acabado de la fachada, se puede ver más o menos afectada a las inclemencias del tiempo. Por ejemplo, con un acabado poroso, es más fácil que el agua de lluvia penetre en su interior y lo deteriore, lo manche, produzca hongos... Todo ello perjudica la estética. Además puede acelerar procesos de deterioro estructural como la oxidación de la armadura.
A parte de los agente metereológicos, los posibles asentamientos diferenciales o incompatibilidades entre diferentes materiales utilizados en la construcción pueden generar grietas y fisuras en la fachada. Estas grietas no tiene porqué peligrar el estado estructural del edificio, pero sí generan discontinuidad en el cerramiento y empeoran el aislamiento creando puentes térmicos.
Cuando nuestro edificio tiene grietas de este tipo, la mejor solución es grapar la pared y aplicar un revestimiento antifisuras impermeable.
En Intercons tenemos una gran experiencia en ese tipo de rehabilitaciones. Somos instaladores oficiales de los sistemas weber antifisuras para fachadas. Estos sistemas permiten en poco grosor, aplicar un revestimiento armado. La armadura de este revestimiento absorve los movimiento a los que puede estar sometido para evitar que se vuelva a fisurar (por ello se llama sistema antifisuras). El mortero que se utiliza tiene un tinte (a escoger por el cliente) por lo que no es necesario pintarlo, mejorando así su durabilidad. Es un material transpirable, por lo que evita condensaciones en el interior de la fachada. Además puede ser fotocatalítico, lo que significa que neutralizan la contaminación ambiental evitando su acumulación y constribuyendo a su limpieza.
Este revestimiento también permite añadir entre la fachada y el mortero un aislamiento térmico de varios grosores para mejorar la eficiencia energética del edificio aprovechando la intervención.